**ODIO ENTRE HERMANAS**
ODIO ENTRE HERMANAS
Autor: Carlos de Santander
Colección: Carola 867
Editorial: Bruguera
Año: 1982
Este volumen en concreto trae una calificación de "nuestro asesor moral" que dice que es solo apto para "personas formadas".
Pues me da en la nariz que yo voy a acabar más zote tras leer este libro.
En palabras de Corín Tellado: "Carlos de Santander que era radiotelegrafista de barco, metía muchas bragas, quitaba sujetadores y vendía mucho."
Pues, como diría Jack el Destripador, vayamos por partes.
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Pues tenemos dos protas gemelas pero que no se parecen en nada. Nos las describen así:
-Una pelirroja, moderna, dinámica y con corazón
-Y la otra rubia platino peliteñida, sin corazón
Irene, la pelirroja, teme por el amor de Richard a causa de su hermana gemela malvada, Bettie.
-Por favor, tía Eveline, los hombres no se distinguen precisamente por su virtud. Un hombre puede querer mucho a una mujer, pero si otra coquetea con él continuamente, sonriéndole y provocándole, acaba por ceder a la tentación... Lo que hace mi hermana no tiene nombre.
Sí lo tiene, cielo: es echarle las culpas a la fresca de tu hermana de que tu Richard no pueda dejar la bragueta cerrada.
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Irene nos habla del día en que conoció a Richard, a quien define como un hombre arrogante. Ella llevaba un maletín pesado y él la ayudó a cargarlo.
No me gustaría que tus brazos hiciesen musculos.
Con ese comentario yo ya te habría tachado de mi lista, merluzo.
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-Me gustan las mujeres bonitas y modernas como tú, Irene.
-A mí me dan un poco de miedo los hombres como tú, Richard.
Eso está bien, la mujer debe tener un poco de miedo al hombre, para eso somos los fuertes.
¿Alguien tiene un guantazo que le sobre? Richard está muy necesitado de uno.
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No hace falta que te hagas valer, basta mirarte para ver lo mucho que vales.
Richard, nos conocemos desde hace 10 páginas y la acumulación de asco que me das ya tiene campo gravitatorio.
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Seis meses después, Richard le pide matrimonio porque ella no se deja trajinar sin estar casados, así que quiere la boda para ayer.
Y se lo dice y todo, que quiere que sea suya cuanto antes.
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Betty conoce por fin al prometido de su hermana Irene. Al principio le trae sin cuidado porque es joven y piensa que no gana mucho, pero en cuanto descubre que es un arquitecto con pasta empieza a coquetear a lo bestia.
Betty es una persona llena de amor. Amor por la pasta, pero amor a fin de cuentas.
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Irene está empezando a sospechar lo que cualquiera sabía ya desde el título: que su hermana está intentando trajinarse a su novio.
Bueno, al menos ha tardado menos en darse cuenta que la Iglesia en pedirle perdón a Galileo.
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Irene y Betty riñen, como era de esperar. Las dos van a luchar a muerte por Richard.
Irene le pide a Richard que no vuelva a quedar con su hermana. Él se lo promete de todo corazón porque la quiere muchísimo y blablablabla...
Al día siguiente desvirga a Bettie aprovechando que su prometida no está. Y, por cierto, no es un acto consentido.
Repugnante:
Adjetivo calificativo. Neutro.
-Que repugna.
-Que da asco.
-Richard
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¿Podía exigirse de un hombre tanta fuerza de voluntad como para resistir una y otra vez a la tentación que una mujer le metía por los ojos?
Richard, ojalá un día de estos te des un paseo al Titanic en un submarino que implosione.
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Al final Richard se casa con Betty porque la ha dejado embarazada, la rodea de lujos y deja a Irene tirada.
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Por ti habría dejado tirada a cualquier mujer a la que hubiera dejado embarazada, mejor frase para ligar de la historia.
No lo dice con estas mismas palabras, pero casi.
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Un día el macho men y la novia despechada se encuentran en un bar. Irene ha quedado con un amigo.
...se sentía celoso al pensar que ella ahora salía con otros hombres.
Y le confiesa que no es feliz en su matrimonio.
¡Oigh, hijo! ¡A pelísimo me tienes de llorar! Vivo sin vivir en mí pensando que no vives viviendo en ti.
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Betty cree que va a morir en el parto y llama a su hermana para suplicar que la perdone. Nuestra estúpida criatura la perdona.
Porque en el libro nos dejan muy claro que la culpable de que Richard la forzara es suya, que Richard es una víctima y un santo. Creo que la Iglesia ya tiene cita para canonizarlo el próximo 3 de Octubre como "San Richard el bueno, mártir".
A los 4 días Betty deja a su hija con su niñera para irse de fiesta en fiesta y compra en compra e Irene le reprocha que debería quedarse en casa y esperar a su marido cada noche, ya que es su labor como esposa.
Betty sigue yendo de fiesta en fiesta. Tía Evelyn e Irene opinan que su único deber es hacer a su marido feliz.
Lo que no comprendo es por qué Richard le permite todo esto. Él es el hombre y tiene autoridad para imponerse a su mujer.
De verdad que pierdo neuronas leyendo este libro.
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Si me dieran un euro cada vez que se define a Richard en esta novela como "arrogante" ya tendría pasta para comprarme mi propio país. Y un Frigopié.
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... No debes permitirle que haga esa clase de vida. Tú, como marido, tienes la responsabilidad de guiar a tu mujer y de obligarla si es necesario. Tú debes convencerla de que una mujer tiene en la vida cosas infinitamente más importantes que hacer que asistir a fiestas y acostarse a las cinco de la madrugada.
¡Autor! ¡Hay un poco de bolsilibro en tu machismo!
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Betty ha muerto dando a luz a una criatura muerta. ¡Un giro imposible de prever! (¡NO!)
(Bueno, siendo honesta, la voy a echar tanto de menos como a un inspector de Hacienda).
Y su marido desaparece durante año y medio, dejándole la cría a Irene y sin dar señales de vida ni enviar un dólar para su manutención.
Richard malgasta oxígeno.
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Richard regresa por fin, se vuelve a hacer millonario, hace chantaje emocional a Irene con su hija, confiesa nuevamente que habría dejado tirada a cualquier mujer que hubiese dejado embarazada salvo a Betty porque era su hermana gemela...
...Y le confiesa a Irene que desapareció abandonando a su hija porque no podía olvidar su amor.
Total, boda, nuevo embarazo y felicidad absoluta para El Manual de La Buena Esposa con piernas y un votante promedio de Trump.
Mi Richard no es un cerdo. Puede que sea un manipulador emocional, un violador, un mal padre, un machista, un infiel, un cerdo y una red flag de manual, ¡pero de actor porno no tiene nada!
FIN
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Diversión: El término "soporífero" ha alcanzado niveles nunca antes vistos tras la lectura de esta novela
Nivel de exuberantes pechos: Ni una. Ahora, a chupito por cada vez que se dice que Richard es arrogante y ya habría muerto de cirrosis.
Nivel de erotismo: Tanto como imaginarte a tu profesor de química en calzoncillos largos de lunares.
Nivel de giliflautadas: A mínimo una por página.
Cerebro del reparto: El cerebro por el que pregunta no se encuentra disponible en estos momentos. Por favor, inténtelo de nuevo más tarde.
¡Hasta la próxima, bolsilibronautas!